SASI - REFERENCIAS ENCONTRADAS
Las balsas de Sasi se incluyen en el Inventario de Zonas
Húmedas de Navarra
(Decreto Foral 4/1997, de 13 de enero).
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En la parte más oriental, en el término de Burgi solamente
existen pequeñas torrenteras,
que drenan al Barranco del Tejar que desemboca en el río
Eska. Hay que mencionar la
existencia de las “Balsas de Sasi”. Estas balsas, y el
manantial que las alimenta, se sitúan
en la denominada “Plana de Sasi”, una meseta que alberga
tres pequeñas lagunas de
origen kárstico, modificadas en algún momento de su historia
para uso ganadero.
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Las balsas de Sasi son uno de los humedales de mayor interés
para la conservación
comunidades acuáticas con Potamogeton natans en
Navarra. La comunidad de
Potamogeton natans cubre prácticamente la totalidad de la
lámina de agua de las balsas,
aunque hacia la orilla aparece también Ranunculus
trichophyllus. En el borde de la lámina
se encuentra una banda de vegetación helofítica con
Eleocharis palustris y Sparganium
erectum. Hacia el exterior, normalmente fuera de la lámina
de agua aunque sobre suelos
encharcados buena parte del año, se desarrolla un juncal con
Juncus inflexus. Este juncal
destaca por albergar una planta catalogada en Navarra como
es Carex hordeistichos.
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De las especies catalogadas en Navarra se encuentran en la
ZEC Carex hordeistichos y
Valeriana longiflora subsp. longiflora, ambas incluidas en
el Catálogo de Flora Amenazada
de Navarra como “Vulnerables”. Carex hordeistichos se
encuentra en la orla de juncales de
las balsas de Sasi, mientras que Valeriana longiflora subsp.
longiflora se encuentra en los
roquedos de la Foz de Burgi, asociada al HIC 8210.
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La zona de mayor interés pascícola se situa en torno a la
plana de Sasi. El aprovechamiento
principal de esta zona se realiza durante el periodo estival
y es pastoreada por unas 12
yeguas (invierno y primavera) y por unas 30 vacas (verano).
En Melleu también existe un
área de uso ganadero que mantiene varias praderas y una
borda para el manejo ganadero.
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Recientemente se ha relizado un cortafuegos de considerables
dimensiones (2,6 Km. de
longitud y unos 50 metros de anchura) entre Sasi y Kukula,
que representa una zona de
interés pascícola, más aún al dotársele con un punto de agua
para el ganado. Esta gran
banda desbrozada está siendo utilizada por ganado ovino
(unas 500 ovejas que utilizan
estos pastos hasta mitad de julio).
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Los pinares de pino silvestre ocupan una amplia superficie
en la ZEC. Los más extensos y
desarrollados aparecen en la parte occidental de Illón
(Yerbabuena, Los Regueros, La
Cruceta, Faulos,…). También existen pinares importantes en
la parte más oriental de la
ZEC, en Sasi y Larre, pero de menor calidad maderera.
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Existe un cierto número de pistas afirmadas o de tierra en
la ZEC, aunque destacan las que
se señalan a continuación.
• La que discurre por Sasi, que nace en Basari y entra en el
espacio en la plana de
Sasi, discurriendo posteriormente cerca de la muga con
Zaragoza y entrando en esta
provincia; otro ramal llega hasta la Cañada de los
Roncaleses, siguiendo su trazado
hacia el norte.
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Humedal de Sasi
El humedal de Sasi alberga el HIC 3150 “comunidades de
ninfeidos de aguas estancadas Myriophyllo alterniflori-Potametum natantis”, un
hábitat raro en estas sierras.
La balsa de Sasi es, desde el punto de vista herpetológico,
uno de los principales y más valiosos humedales del prepirineo navarro en la
conservación de los anfibios. Sasi situa a Hyla arborea (especie incluida en el
CEAN) y a Triturus marmoratus prácticamante en los límites de su distribución
septentrional de Navarra.
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En cuanto a las lagunas, casi todas son pequeñas. Las dos
más extensas son la de Pitillas y la de las Cañas, en Viana. La primera es una
balsa de unas 300 hectáreas y tiene origen y carácter endorreico; en 1977 fue
declarada reserva biológica. También la de Cañas debió ser en su origen del
mismo tipo genético, al igual que las de El Juncal (Tafalla), Agua Salada y
Valpertuna (Tudela) y Lor (Cascante); pero casi todas han visto modificado o
anulado su carácter endorreico gracias a los motarrones de represamiento y a
las acequias de drenaje construidos por el hombre. Hay algunas lagunas que
deben su origen exclusivamente a la litología (que condicionó asimismo a la
erosión): por ejemplo, las ubicadas en áreas margosas o arcillosas
impermeables, como es el caso de las de Sasi (Burgui) y Loza (cendea de
Ansoáin). Finalmente, hay otras artificiales: La Nava y Agua Dulce, en
Cintruénigo; La Estaca y La Estaquilla, en Corella; El Pulgar y Cárdete, en
Tudela; Rada, en Murillo el Cuende, cerca de Caparro- so; y Celigueta, en el
valle de Ibargoiti.
